Noche de espera - Junio 2019

Y por fin entró! Con el corazón en la boca como en cada noche de espera en la que te entra un cochino, aguantamos la respiración e intentamos relajar la adrenalina que recorría nuestro cuerpo. El disparo fue certero, pero aún así el jabalí pegó un apretón escondiéndose en el monte. Nuestra felicidad era inmensa.

Ya por la mañana acudimos al lugar, al cual no quisimos acercarnos en el momento del disparo por si el animal seguía aún con vida (ante todo la seguridad debe primar sobre las ganas de ver a la pieza), y allí estaba nuestro macho, a escasos 20 metros🐗😍.